25.8.07

Asadito

La excusa fue el festejo de los cumpleanios mio y de Paula, la convocatoria se logro luego de proponer un chanchito a la parrilla, que fue al asador por sorpresa.




Gracias Amigos por compartir con nosotros!

17.8.06

India

En este video india canta estrellita donde estas con un fondo de motosierras furibundas. Hay momentos en los cuales es preciso tener paciencia. Ojala la tengan.

16.8.06

Joaquin

un video de joaquin austin
tomas

Un videito de Tomi para todos los familiares!!

14.8.06

Dinosaurios y Perros


Página/12 Web :: El país :: Dinosaurios y perros

Por Eduardo Aliverti

El entrenamiento de Juan Carlos Blumberg como candidato a gobernador
de Mauricio Macri en la provincia de Buenos Aires entrega dos perfiles
complementarios. Uno que llamaríamos “humanístico”, sólo por usar una
definición rápida y convencional. Y otro de política a secas.



El primero sumerge en la repugnancia de que alguien use su tragedia
personal para lanzarse al ruedo partidario, y nada menos que mientras
se sustancia el juicio por el secuestro y asesinato de su hijo. Y el
segundo revela la desesperación de la derecha por agarrarse de la teta
del primer lechón que aparezca, con tal de que por lo menos no pasen un
papelón en las elecciones del año próximo. En correlato con ambos no
está mal dejar un tercer espacio para juzgar la cara más perversa, pero
sobre todo más inútil, que adquiere la crisis de la tradicional
partidocracia argentina: cualquier cosa es apta para que cualquiera,
con el aval dirigente, se le anime a la actividad política. En el caso
de Blumberg, esto ya había quedado en evidencia cuando la monstruosa
muerte de su hijo lo convirtió, de un día para otro, en experto en
“seguridad”. Como si los avatares personales pudieran habilitar
diplomas express de especialización temática. Lo cierto es que eso
bastó y sobró para que el Congreso de la Nación aprobara, con el guiño
presidencial y también a la velocidad de un rayo, el cúmulo de medidas
represivas conocido como “paquete Blumberg”. ¿Para qué sirvió? Para
atestar las cárceles hasta un límite inenarrable, mientras una suma de
tontos que no parece tener fin insiste en que los delincuentes entran
por una puerta y salen por la otra; y, antes que eso, para que siga
hablándose de la ola de “inseguridad”. Sin embargo, allí continúa
Blumberg como defensor especializado en víctimas rubias de ojos
celestes. Y ahora como eventual o seguro candidato partidario. Si
finalmente no lo es, de todos modos el concepto ya no tiene retorno
porque admitió que está analizando presentarse. Suficiente para
corroborar que es usable lo que sea. Quede claro: lo cuestionable no es
el derecho de Blumberg a activar en política, sino en función de cuáles
intereses y con cuáles resultados él usa ese derecho.



Blumberg candidato o enfilado hacia allí es sólo la punta más
ostensible de un (intento de) reacomodamiento partidario y social que,
al margen de su carácter bizarro e inclusive pornográfico, y de sus muy
relativas chances electorales, pretende ser el rejuntado homogéneo de
una derecha que se quedó sin discurso creíble. Al lado, a la par o por
arriba de él, es fácil ver ese parque jurásico donde se articulan
animales como Macri, Cecilia Pando, Grondona, el diario La Nación, los
terratenientes más enormes, la Iglesia, los restos de Neustadt, lo peor
de los militares retirados, los servicios. Y por lo tanto acecha de
modo constante esa sensación de que es algo o infinitamente mejor
correrse hacia lo que Kirchner expresa en su discurso, en sus peleas
semanales con todos o cada uno de esos mostrencos y también, debe
admitirse, en algunas de las medidas que toma.



Pero entonces también acecha, por más que ya suene a cantinela, la
necesidad de no perder pensamiento crítico. Ese discurso y esas
determinaciones del oficialismo no deben dejar de contrastarse con
elementos negativos que, como mínimo, hacen poner en duda las
intenciones y el rumbo de este gobierno por fuera del momento
internacional que vive, excepcionalmente favorable gracias al precio y
las perspectivas de las materias primas. Kirchner viene siendo un tipo
inteligente para leer y actuar sobre la coyuntura que le tocó; y que en
muchos aspectos tiene poco o nada que ver con la dramática etapa de los
’90, cuando parecía que las ideologías habían muerto. Precisamente
porque no murieron y porque el mundo sigue dividiéndose entre los que
luchan por cambiarlo y quienes quieren dejarlo como está, más injusto
que nunca, debe continuar midiéndose, sin renuncios, la distancia entre
los dichos y los hechos. Así como el Gobierno es lo enunciado por la
positiva, así también no tocó a fondo, hasta ahora, ninguno de los
resortes estructurales que definen al modelo de exclusión: impuestos,
salarios, educación, salud. Es un gobierno del día a día, sustentado
por las condiciones externas y por la fresca memoria de lo que hicieron
estallar sus antecesores. Conformarse con eso, y abonarlo con el dato
de que los opositores son una exposición de esperpentos, supone el muy
alto riesgo de que un día nos despertemos mojados por haber creído,
otra vez, en el carácter delegativo de la democracia. Hoy Kirchner, que
pinta “bien” o menos malo que el resto. Igual que pintaban la rata y
los milicos.



Esto no es igual a aquello/s, obviamente. Pero la vara para medir
una gestión no debe pasar exclusivamente, ni mucho menos, por el tenor
de los enojados con ella. Eso es una trampa y la teje, fácil, el propio
gobierno. Sólo un marciano puede no darse cuenta de que el oficialismo
construye la oposición que le conviene. Y hasta podría concedérsele que
eso es legítimo en la lucha política. Pero de ahí a que el análisis
serio se establezca desde lo ofendidos que se sienten unos cuantos y
patéticos dinosaurios... Una vez más: cuidado, mucho cuidado con el
perro.




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14.7.05

Fotos del cruce por Pino Hachado




Cruzando la cordillera en invierno, por Pino Hachado.

13.7.05

hernan, joaquin y tomas en la brava



Laguna La Brava, Junio de 2005. Herni y Los surubies cosmicos.